Vueltas, filas, puntos de un diseño. Son muchos los momentos en que una tejedora necesita llevar la cuenta. Y llevarla en serio, porque un pequeño error puede no notarse, pero también convertirse en catástrofe. Y si tienes suerte, te das cuenta después de varios días, cuando algo no te convence y toca desarmar. Pero en otros casos, te enteras mientras cierras los puntos y el resultado no calza. Eso, justamente, es de lo peor que le puede pasar a una tejedora.
Así que hoy te vengo a contar qué es lo que yo hago para evitar la pesadilla del desarme por un punto o una fila mal contados. Aquí es donde entran los contadores de vueltas. Puede que los conozcas e incluso que te parezcan un accesorio de más, pero creo que después de hoy, vas a querer el tuyo. ¡Y existen muchos más de los que imaginas!
Imagen: addi.de/en
Yo uso esta herramienta cuando el proyecto en que estoy requiere distintos aumentos o disminuciones para obtener una estructura puntual, o cambios de puntos para lograr un diseño, por ejemplo. En general, lo uso cada vez que lo veo necesario. El contador me recuerda qué fila tejí y, por lo mismo, facilita continuar con lo que pide el patrón. Ideal para mentes dispersas.
Cuenta vueltas hay manuales, digitales, de sobremesa, de bolsillo y algunos que se enganchan en el tejido, tu muñeca o dedos. Yo prefiero lo que siento más simple y seguro: la versión manual que hace "click" cada vez que marcas una fila terminada (fila terminada, fila marcada, nunca antes), y que además tiene un seguro para evitar accidentes. El mío es uno rosado de SeeKnit que hace años se descontinuó, pero del mismo estilo -con "engranajes" internos- tienes el de KnitPro, Clover y CocoKnits. Este último está diseñado para adherirse a una pulsera magnética de muñeca.
Imagen: Fotografía propia.
¿Qué otras opciones existen? La más sencilla que encontré fue la que propone Madejasur en su web: diez círculos de madera reciclada, unidos por argollas y numerados del 1 al 10. Vas tejiendo y enganchando la argolla que corresponde en tu crochet. Es muy lindo, liviano y seguro, pero mucho más apropiado para palillos. Me pasa lo mismo con el más universal de todos, que comercializan tanto Prym como Tulip y otras marcas. Se trata del clásico barril de plástico que se ubica al final de tu herramienta de tejido y que debes girar al final de cada fila. Funciona, pero me parece incómodo mantenerlo enganchado al crochet.
Imagen: www.madejasur.com
En cuanto a las versiones digitales tipo anillo o pulsera, generalmente con luz, en mi experiencia son demasiado desechables. Además resultan menos fiables después de que los metes a la bolsa y, si se acaban las pilas, adiós cuenta. La marca Addi tiene uno electrónico que se ve de buena calidad, pero no lo he probado. Misma cosa con el contador de vueltas de sobremesa The Knitting Barber: lindo, firme, seguro, pero poco práctico para andar acarreando, según mis parámetros.
Imagen: www.theknittingbarber.com
Otras formas de no perder el hilo
Me ha pasado que me voy de viaje y lleva lo justo. Así descubrí las aplicaciones para el teléfono que hacen un muy buen trabajo y te apoyan en distintos aspectos tejeriles. Te comparto mis dos favoritas, que además son gratis.
La primera app que instalé es el Contador de vueltas de AnnapurnApp Technologies, que incluso funciona con tu smartwatch, incorpora acceso a una comunidad de tejido, conversor de ovillos, adaptador de muestras, conversor de tamaño de aguja y mucho más. En resumen, te permite almacenar montones de datos, separados por proyecto.
Con el tiempo di con el Knitting Row Counter, de UmitApp y me encanta. Proporciona tantas herramientas útiles como la anterior, pero me resulta en extremo amigable. Sus adaptadores de filas y de puntos hacen magia, lo mismo que el convertidor de longitud. Realmente te simplifican mucho el trabajo.
Los que nunca fallan son los marcadores de puntos de toda la vida. Si la trama te permite marcar cada cierto número igual de puntos o filas, no te vas a equivocar. ¿Tampoco andas con marcadores? Enganchar una hebra de hilado en color contrastante también salva.
Sin nada más a mano, el lápiz y la libretita son la solución: hago una raya por cada fila, por ejemplo, pero eso te obliga a contar rayas cada cierto rato y a que ese papel no se pierda. Pero peor es nada. Lo único que tienes que tener MUY claro siempre, es que no importa el sistema que elijas, siempre vas a tener que dejar una fracción de tu cerebro dedicada al tejido, para al menos recordar marcar las hileras o puntos en tu herramienta de apoyo.
Imagen: Captura de pantalla Contador de vueltas de AnnapurnApp Technologies.
Imagen: Captura de pantalla Knitting Row Counter, de UmitApp.
Imagen principal de esta nota: Fotografía propia.
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