Mujer power y tejedora desde el primer respiro, Isa Catepillán es una verdadera embajadora del crochet nacional. Si bien está radicada en Australia hace años, sus raíces latinoamericanas inspiran fuertemente sus tejidos, a partir del rescate de figuras y simbolismos de nuestros pueblos ancestrales. Su talento, arte y sensibilidad para interpretar en profundidad a sus clientas, han convertido a Isa en todo un referente si de vestidos de novia se trata.
Esta también madre y esposa se sumerge en la personalidad de cada una de sus clientas antes de iniciar el proceso de diseño, cuida al detalle el calce y teje a pulso piezas únicas. Exquisitas. En noviembre, Isa nos acompaña en el Club del Crochet, con su Taking Root Pullover, un diseño simple y que destaca toda la delicadeza de los calados y flores que se pueden lograr en una prenda veraniega a crochet.
Imagen: Ravelry Isa Catepillán.
¿Cómo comenzaste a tejer a crochet?
La verdad es que no tengo uso de razón, en la casa siempre se tejió. Nací prácticamente con un chaleco puesto. Tuve acceso a palillos, agujas e hilos desde muy chica. Mis primeros tejidos fueron unas pulseritas de macramé que vendía a mis vecinos. Empecé a urdir y a tejer correteado como en primero básico, el crochet vino orgánicamente un poco después. Aprendí en la casa, en el colegio, con mi mamá y por mi cuenta.
¿Cómo son tus momentos de tejido? ¿Dónde?
Muy variados, siempre estoy tejiendo algo. Mis proyectos personales y sencillos los ando trayendo, y tejo de a poquito en cualquier lugar. Cuando estoy haciendo algo más complejo, como un vestido de novia, va a depender del momento del proceso en el que me encuentre. Para diseñar, tejer muestras y hacer las formas mas “curvas” del cuerpo, necesito absoluta soledad y silencio. Me gusta poner un paño grande y blanco en el suelo y sentarme de piernas cruzadas casi en meditación. También me gusta usar mi escritorio con computador al lado. Para mí tejer es un trabajo y un ritual. No escucho música ni audio libros, ni tengo comida cerca. También intento tener el teléfono en silencio. Mientras el proceso avanza y estoy trabajando en el largo o en un granny repetitivo, ahí me doy permiso de sentarme en la terraza, tomar una agüita de hierbas y escuchar música.
Imagen: Facebook Isa Catepillán.
¿Cuáles son las características que hacen único al crochet en comparación con otros tipos de tejido o manualidades?
A mí me fascina la sencillez de los materiales, el ritmo con el que se puede tejer y lo versátil que es. Me acomoda mucho en las manos y el entendimiento geométrico de las técnicas un poco más avanzadas, me parecen súper intuitivas.
¿Cómo definirías tu estilo? ¿Cuál es tu sello distintivo?
Me cuesta un poco definirlo, porque con cada pieza voy cambiando un poquito y eso lo hace más dinámico. Me gusta estar siempre probando técnicas nuevas, relieves, calados, a veces muy geométrico y otras veces más floral. Supongo que si hay algunas cosas más características de lo que hago, y es que siempre voy mezclando puntos, uso hilos delgaditos y fibras 100% naturales y, por la naturaleza de mi trabajo, me he ido quedando en el color crudo y blanco. Supongo que por ahí la gente me puede reconocer.
¿Cómo llegaste a especializarte en prendas de ropa?
De toda la vida me gusto más tejer ropa que otra cosa. Supongo que porque soy trapera y la “moda” me parece una forma básica y cotidiana de agregar creatividad y autenticidad a la rutina diaria. Desde muy chica me encantaba la idea de diferenciarme del resto usando prendas que eran únicas, porque eran creadas por mí. Incluso cuando no tejía bien y estaba aprendiendo, diseñaba ropa para que mi mamá me tejiera y era súper específica con lo que quería: los colores, las texturas, etcétera. Cuando quise llevar mi práctica al siguiente nivel y pasar de hacer bikinis y poleritas, a querer hacer vestidos largos y potencialmente vestidos de novia; fue cuando me fasciné con la idea de recrear las formas femeninas. De alguna manera, poder esculpir piezas que fueran hechas a la medida. Esa es una pasión que aún esta muy viva. Para mí, mis vestidos son mucho más que ropa.
Imagen: Instagram @isacatepillan
¿Tejes todos los días? ¿Cómo te haces espacios para tejer?
No, me encantaría pero no me da el tiempo. Especialmente desde que soy mamá. Pero incluso antes, detrás de un negocio chiquitito como el mío hay tantas otras cosas que atender. Tejer es siempre el peack del proceso, pero antes y después de un proyecto (y durante), las tareas son interminables. Desde crear contenido en redes, contestar emails, hasta encargar material online. Hacer sesiones de fotos, llenar formularios de exportación, pagar impuestos. Tener reuniones con mis clientas, responder a entrevistas, etc. Como tejer es mi trabajo principal, tengo que ponerlo en la agenda. Con mi marido somos los dos artistas independientes y hemos tenido que aprender a ser organizados con el tiempo. Nuestro hijo tiene tres años, aún es demandante y para mí es súper importante pasar mucho tiempo con él. Va al jardín dos días a la semana y ahí tengo seis horas aseguradas. El resto de los días de semana tengo dos horas, cuando mi marido termina de trabajar y después de que el niño se duerme, trabajo un poquito más. Generalmente nos tomamos los fines de semana libres, pero si hay algo urgente, también está la posibilidad de trabajar sábado o domingo.
¿Cuál es tu herramienta/accesorio favorito? ¿Por qué?
Soy extremadamente minimalista con mis herramientas. La verdad es que casi no tengo nada más que el crochet, la tijera y la huincha. También uso mucho la calculadora. Todo me cabe en un estuche. Además de eso, tengo un set de bloqueo que me costó años comprar porque lo encontraba gigante y horrible, pero lo uso un montón. Me encantan los crochet Clover Amour porque son ergonómicos, tengo un set de 12. También tengo un cortador de hilo para viajes que se puede usar de llavero, súper práctico.
¿En qué te inspiras para diseñar?
Cuando estoy tejiendo para una clienta, me inspiro mucho en su personalidad, su cuerpo y su forma de moverse. También en sus propias historias. Si estoy creando por mi cuenta, miro mucho arte, pinturas, decoración, arquitectura. También me gusta ver lo que están haciendo otros diseñadores, pero intento no mirar mucho crochet. Me gusta entender cómo llegaron a lograr ciertas formas y caídas, o la sensibilidad con la que mezclaron ciertos colores o texturas. Y lo más importante: me gusta ponerle mi sello personal y hacer que mis diseños sean únicos. Me inspira muchísimo poder conectarme con esa fuente infinita de ideas que vive dentro de mí y siento que tener acceso a eso, es un tremendo regalo.
Imagen: www.isacatepillan,com
¿Con qué tipo de ayuda cuentas al momento de diseñar?
La verdad es que estoy retirada de los patrones por ahora, fue una decisión que tomé hace un año, después de que uno de mis patrones mas icónicos fuera elegido para la portada de la antología de crochet de la revista inglesa Pompom. Hice patrones por un tiempo como una forma de aprender, porque no tenía idea de leer o escribir en ese lenguaje, y mis primeros vestidos de novia fueron creados y confeccionados sin ese conocimiento. En algún minuto pensé que aprender me iba a ayudar en mi propio proceso creativo, pero con el tiempo me di cuenta que me restringía, así que no pude seguir. Lo que no sabía era que detrás de los patrones hay una comunidad hermosa de tejedoras que todavía echo mucho de menos. En el pasado, solo creé patrones para publicaciones grandes y nunca como independiente. Tuve la oportunidad de participar de las revistas y libros más lindos de tejido y con marcas internacionales de hilados. Siempre había editora técnica, algunas veces también había escaladora de tallas, sino no habría sido capaz de hacerlo.
¿Cuáles han sido los hitos o los momentos que recuerdas con más cariño de tu carrera?
Probablemente el inicio, haber empezado a puro corazón y sin saber tejer mucho. Me tiré al vacío e hice una colección chiquitita. Unos meses después tenía mi primera clienta. También ha sido muy emocionante haber aparecido en medios más famosos como la Modern Wedding Magazine y la entrevista que me hicieron para NITV o SBS, la revista Ya y Marca Chile; por nombrar algunos.
Imagen: www.pompommag.com
¿Qué plataforma para encontrar patrones recomiendas? ¿Por qué?
No sé, no uso.
¿Qué libros de tejido atesoras?
No tengo libros de tejido tampoco.
¿Haces ejercicios o te das tiempos de descanso para evitar la artritis y otros malestares?
Soy activa, camino, hago yoga y a veces también entreno. Me preocupo mucho de comer sano. Intento estar consciente de mi postura en general, y más cuando estoy tejiendo. Aprendí varias formas de agarrar el crochet, entonces voy cambiando para evitar problemas de repetición de movimiento. Nunca he tenido problema en las manos por tejer, sí dolor de espalda y cuello, pero nada que un buen masaje no cure.
¿A qué tejedor te gustaría conocer o haber conocido en su época?
Me encantaría poder sentarme con tejedoras tradicionales en el sur de Chile, Bolivia, Perú, México, Marruecos, Japón, etc. Ese es uno de mis sueños más grandes.
Imagen: www.isacatepillan.com
¿Por qué decidiste hacer del crochet tu fuente de trabajo?
Fluyó así, no tenía un plan. Cuando tenía cinco vestidos largos hechos, tuve que decidir si iba a seguir invirtiendo mi tiempo en eso, y casi naturalmente empecé a vender. Por muchos años fue mi segundo trabajo. Tengo un compromiso gigante con el proceso creativo, así que en realidad no estoy súper apegada al tejido como fuente de trabajo. Mañana podría decidir dedicarme a pintar, hacer joyas, diseñar interiores o restaurar muebles. Sólo tengo claro que, si puedo seguir viviendo del arte hasta que sea momento de jubilar, me consideraría muy exitosa.
¿Cuál es tu gran sueño tejeril?
Que mis vestidos sean valorados realmente por lo que son. Casi no existe en el mundo un servicio así, con la calidad y nivel de complejidad de mi trabajo, donde el calce es perfecto. Donde la diseñadora es además la tejedora y cada prenda es única e irrepetible, hechos a la medida en un ambiente súper íntimo. Nunca he podido cobrar lo que yo siento que realmente valen, pero me voy acercando de a poco.
Imagen: www.isacatepillan.com
Cuéntanos algo de ti que no tenga que ver con el tejido
Viajé sola por el mundo varios años. Australia era un país más, nunca soñé con vivir aquí. Me encanta hacer snorkel. Catepillán era el apellido de mi abuela. Leo absolutamente todas las etiquetas de las comidas y de la ropa, para evitar ingredientes procesados y fibras sintéticas, lo hago hace muchos años. Vengo de una familia de artistas increíbles y estoy casada con un escritor súper talentoso. Me gustan los colores, a pesar de que mi trabajo sea tan neutro. Mi hijo es trilingüe y no puedo más de la chochera.
¿Qué le dirías a alguien que está pensando en aprender más del crochet?
Que no se enrede con tanta información online. Que se puede hacer muchísimo con los puntos básicos. Que de vez en cuando se aventure con sus propios diseños aunque sean simples. Y que tome riesgo. Lo peor que puede pasar es tener que deshacer, y eso no es un fracaso, es parte del proceso.
Imagen principal de esta entrevista: www.isacatepillan.com
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